Meditacion Guiada Escrita Para Tu Niño Interior- Como Hacerla

Entre las prácticas más importantes para lograr alcanzar un estado de paz absoluta destaca la meditacion guiada escrita, sobre todo cuando reconocer y reconciliar con tu niño interior se trata.

Lograr un pleno estado de relajación hoy en día es algo complicado de conseguir, sobre todo en estos tiempos que corren, y es que ser capaz de dejar de pensar en todo lo que nos rodea, abandonando el cuerpo y la mente no siempre es tan sencillo.

Para ello, se ha desarrollado la meditación como una práctica ancestral, la cual ha tomado un auge de popularidad en las últimas décadas, mayormente en los países occidentales.

De modo que, la meditación ha sido considerada por muchos como una forma de conectar de nuevo con ellos mismos, dejando a un lado los valores materialistas que de cierto modo rigen la vida de la gran mayoría de ciudadanos.

Lo que ha traído como resultado que la meditación sea tomada como una de las prácticas más efectivas para recuperar la esencia de sí mismos y lograr la paz interna, incluso con su niño interior.

Sin embargo, meditar no es tan sencillo, fundamentalmente cuando se está iniciando en la práctica, ya que esta requiere de mucha disciplina, esfuerzo, práctica para su perfección y aprovechar sus numerosos beneficios para la salud.

Una de las razones más comunes por la que se acude a la meditación es la necesidad de sanar la relación con el niño interior, reconocer las necesidades y carencias de la infancia para que poco a poco puedan ser satisfechas.

Y es que el niño interior está presente en cada una de las personas y aunque no existe de manera física, ni es posible distinguirlo por completo del adulto, este tiene maneras particulares de comportarse, pues suelen ser la base de tus relaciones y pensamientos.

Por eso, es importante que reconozcas y reconcilies con tu niño interior, una vez que lo logres podrás distinguir cuando una decisión o reacción son tomadas o realizadas por tu pensamiento más maduro.

Cuando lo haces evitas cualquier tipo de reacción compulsiva e intempestiva, las cuales son propias del niño interior.

Y aunque muchas personas están acostumbradas a escuchar audios para meditar esto, sin embargo, no siempre es la mejor opción, ya que ondas del audio puede hacer que la relajación se complique, o sencillamente no siempre es posible escuchar un audio en voz alta.

Por ejemplo; puede ser incomodo escuchar un audio en tu casa de noche o si hay personas a las que quizá le moleste que pongas una cinta de audio  que no seas de su interés, mientras que con un texto meditación escrito esto no va a ocurrir.

Todo lo contrario a lo que es la meditacion guiada escrita, que te permitirá alcanzar paz, reconciliación con tu niño interior y ese estado de tranquilidad que tanto necesitas sin molestar a otros.

¿En Que Consiste La Meditacion Guiada Escrita?

La meditación guiada escrita es algo muy sencillo, consiste en un texto mediante el cual te van indicando lo que debes hacer, donde te explican y describen imágenes y/o situaciones para que tu cuerpo logre poco a poco entrar en un estado de relajación total y absoluta.

Este tipo de meditación ha resultado ser realmente efectiva y es que sin duda es una de las mejores formas de comenzar la practica en el mundo de la relajación.

Otra de sus grandes ventajas es que la puedes practicar en cualquier sitio, sin necesidad de tener que ir a ningún centro de meditación, por el contrario, puedes practicarla desde tu casa o en un parque.

No es necesario que seas un profesional en el tema para aprovecharte de sus numerosos beneficios, entre ellos lograr paz y reconciliación con tu niño interior, basta con tener a la mano un bonito texto de relajación guiada.

Texto De Relajación Guiada

El siguiente texto de relajación guiada te ayudara significativamente a sanar y reconciliar tu niño interior, principal paso para luego aprender y lograr las mejores formar de darle protección a ese ser.

Léelo con calma, deja que las palabras fluyan por tu mente, hazlo sin prisa y cuando por fin lo acabes, cierra los ojos y respira de forma consciente durante un par de minutos.

Ahora bien, sigue los siguientes pasos:

1. Por ser un ejercicio de visualización, lo mas recomendables es que te sientes o te acuéstate en un lugar cómodo, en el que puedas permanecer varios minutos.
2. Una vez logres una posición cómoda, cierra los ojos y respira de manera natural, hasta reconocer el ritmo de tu respiración, luego poco a poco ve respirando de manera más profunda, pausada y consciente.
3. Ahora, comienza por tratar de recordar y visualizar tu recámara cuando eras niño, todo lo que puedas, como por ejemplo: ¿Qué había en las paredes? ¿Cómo era tu cama?
4. Luego que visualices ese momento de tu vida, continua recordando qué actividades disfrutabas, tratando de traer a tu mente todos los recuerdos, ¿Con qué jugabas? ¿Qué programas de televisión disfrutabas?
5. Concéntrate en reconocer cada una de las emociones que sentías en ese momento, trata en lo posible de utilizar un vocabulario amplio que te permita entrar en contacto con los sentimientos que experimentabas.
6. Luego, regresa poco a poco tu mente al adulto que eres actualmente, analiza: ¿Qué emociones de ese niño interior todavía conservas? ¿Con cuál de los sentimientos que percibiste te identificas? ¿Crees que esas emociones de tu infancia te definen como adulto?
7. Ahora bien, profundiza un poco mas recordando esos momento o eventos de tu infancia que te provocaron las emociones que aun de adulto conservas.
   Lo importante es que seas capaz de identificar qué sensaciones tenías o experimentaste y cómo éstas han podido afectar tu presente.
8. Utiliza tu imaginación, para hacer que tu yo adulto y tu niño interior entren en contacto, hazlo partiendo desde la compasión y el amor que tienes por ti mismo.
9. Este paso es de suma importancia, es momento de decirle con cariño y sutileza a tu niño interior todo lo que quieras decirle, esto con la finalidad de perdonar sus heridas y hacerle saber que todo va a estar bien.
   Escucha con atención lo que este tenga que decirte y quédate únicamente con las lecciones que puedan ayudarte a tener un presente más pleno.
10. Comienza a despedirte con amor, haciéndole saber a tu niño interior que quieres hacer las paces.
11. Muy despacio vuelve a tu presente y haz cada vez más consciente tu respiración.
12. Poco a poco mueve tu cuerpo y, con una exhalación profunda, abre los ojos.

Puedes practicar esta meditacion guiada escrita las veces que lo creas necesario, y verás que cuando acabes cada sesión habrás alcanzado esa paz que estabas buscando tener con tu niño interior.