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Este sentimiento generalmente surge cuando una necesidad no resulta satisfecha y, peor aún, cuando se ha invertido un esfuerzo para su logro, exteriorizando la ira y la ansiedad como consecuencia de la frustración.
Esto hace que la frustración sea considerada como algo negativa, lo que resulta ser un gran error, pues en la vida no siempre se alcanza o logra de manera sencilla, por lo tanto aprender a tolerar la frustración es crucial.
La frustración es un sentimiento de privación de una satisfacción vital, bien sea real o percibida, esta puede llegarse a experimentar desde muy temprana edad, e incluso hasta la adultez.
En el caso de los adultos, se puede llegar a sentir frustración más de lo que puedes pensar, por ejemplo; cuando se está en un proceso de búsqueda de empleo y no se logra conseguir.
Mientras que un adolescente fácilmente puede sentirse frustrado cuando sus padres les implantan diversas normas o condiciones respecto a los horarios de salidas o un niño puede sentirse frustrado si su madre no lo complace de inmediato.
En ambos casos, niños y adolescentes tienen diferentes formas de exteriorizar y sobre todo afrontar la frustración, la que generalmente trae consigo una serie de consecuencias.
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¿Cuáles Son Las Consecuencias De La Frustración En Niños Y Adolescentes?
Las consecuencias de la frustración suelen ser diversas y cambiantes en cada persona, sin embargo, la frustración, generalmente, trae como consecuencia niños y adolescentes con:
• Reacción de forma agresiva o con rabietas cuando sienten frustración.
• Intolerancia al error o al fracaso.
• Dificultad para adaptarse a los cambios.
• Ansiedad.
• Inseguridad.
• Abandono de la tarea, no persisten.
• Impaciencia.
• Impulsividad.
• Búsqueda de refuerzo o gratificación inmediata.
• Demandan de forma exigente.
• Pensamiento polar o radical, poca flexibilidad.
Esto lleva a los niños o adolescentes a convertirse en adultos emocionalmente discapacitados, pues la vida va a traer frustraciones de cualquier manera.
De ahí la importancia de formar jóvenes capaces de tolerar y manejar la frustración, con recursos de afrontamiento.
Y aunque no es tarea fácil, pues existen niños con tendencias a estar más predispuestos y resistentes, enseñarles como cambiar de actitud es fundamental para que mejoren su calidad de vida.
¿Cómo Enseñar Al Niño O Adolescente A Tolerar La Frustración?
Enseñar a los niños y adolescentes a manejar o tolerar la frustración es responsabilidad de los padres y educadores, ya que estos deben ser el del acompañamiento emocional en los casos donde la frustración aparece, con el fin de ayudarlos a generar soluciones alternativas frente a tal situación.
Incluso suele suceder que cuando el niño o adolescente se siente acompañado, comprendido y contenido, genera por sí mismo una solución alternativa.
De allí la importancia de cómo padres, evitar compensar aquello en lo que falló, con eso solo se evitara que el niño desarrolle la posibilidad de trabajar aptitudes esenciales como la paciencia, la aceptación, la creatividad, la solución de problemas, la demora del refuerzo.
Enseñarlos a manejar y tolerar la frustración va a depender en gran medida de lo que los padres hagan, pues esta habilidad se aprende desde pequeño, o al menos así debería ser.
Generalmente, el padre se vuelve consciente de esto, cuando las consecuencias de la frustración en sus hijos, sean niños o adolescentes se hacen notar cada vez más.
Si como padre te has propuesto a ayudar a tu hijo a manejar la frustración, es necesario que tengas claro lo siguiente:
- Ser consciente que la frustración es inevitable en la vida, si los niños y/o adolescentes no aprenden a manejarla y aceptarla, seguramente les irá mal en su vida adulta.
- Las normas y los límites son fundamentales, necesariamente deben cumplirse con tranquilidad pero sin perder la firmeza.
- Decirles “NO”, aunque esto frustre a los pequeños, es necesario.
- No ceder ante las rabietas, por el contrario, aprender a gestionar cuando se produzcan.
De manera que cuando te encuentres en una situación donde tu hijo demuestra su baja tolerancia a la frustración, pon en práctica las siguientes pautas:
- Lo primero que debes hacer es analizar qué ha podido llevarlo a esa situación, para lograr cambiar lo que sea necesario.
- Ayudarlo a que aprenda a diferenciar entre sus deseos y necesidades, ayudándole a entender que no siempre se puede tener lo que se quiere cuando se desea.
- Enséñale a tolerar y entender que para conseguir lo que quiere siempre existirá la demora, aun cuando se esfuerce.
- Si te pide algo, no se lo des de inmediatamente, hazlo cuando como adulto considere oportuno, mientras explícale en qué momento lo tendrá, o por qué no lo tendrá.
- Cuando tu hijo se frustre, ayúdelo a entender lo que le pasa, explícale de donde viene su tristeza o su enfado, pídele que exprese con palabras lo que le ocurre.
- Establece normas, límites y rutinas claras que vayan acordes a la edad que tenga.
En el caso de que las consecuencias de la frustración de tu hijo sobre pase los limites, lo más adecuado es que acudas a un profesional que te ayude a guiarlo y juntos los oriente en todo ese proceso.
Gardenia says
genial…